Estuvo acompañado por el director de
Vivienda y Hábitat, Damián Migliavacca.
El jefe comunal fue recibido por
el director del establecimiento, Rolando Cayrus; el director del Centro de
Formación Profesional de la institución, Esteban Guzmán, y el encargado de
Proyectos del Instituto Adventista Balcarce, Fernando Müller.
Se observó, puntualmente, la
construcción sustentable de la futura unidad del Centro de Formación
Profesional del IAB utilizando un sistema ecológico y econonómicamente viable,
satisfaciendo las necesidades sin explotar recursos naturales o contaminar el
ambiente, dado que se emplean fardos de pasto.
Para
imitar
El intendente se mostró
gratamente sorprendido por las tareas que se comenzarán a emprender en ese
ámbito desde ayer, teniéndose previsto por los responsables del proyecto que el
miércoles o jueves esté prácticamente culminado. En un principio no dudo en
afirmar que se trata de una idea para reproducir en el ámbito del municipio a
efectos de dar respuestas a una serie de problemáticas a las cuales se les
pretende brindar una solución.
Capacidad
térmica
Fernando Müller, comenzó
explicando que “la idea surge en 1999 en la provincia de Salta cuando el
gobierno donó unas tierras en Rosario de la Frontera para actividades juveniles. Entonces la Agencia de Desarrollo de la Iglesia , que trabaja a
nivel mundial, nos dio la posibilidad de conseguir financiamiento para
construir con fardos de pasto. En ese momento se había hecho una cumbre internacional
en Japón sobre la incidencia del calentamiento global y la necesidad sobre el
ahorro de energía. Así conseguimos financiamiento y construimos un centro
comunitario en Salta”.
En cuanto a los beneficios de
este tipo de edificaciones aseguró que “son muchos”. Destacó en primer lugar “la
utilización de rastrojo de una cosecha que tiene un impacto nulo en cuanto a la
incidencia de manufactura, porque usamos desecho de un sembrado de cebada que
había en el colegio”. Asimismo, añadió que “al usar esos recursos la capacidad
térmica que tiene la construcción es un ahorro de dos tercios de energía con
respecto a una construcción convencional tanto para calentar como para enfriar.
Ese es el mayor beneficio. Después se aplica un sistema para revocado de ambos
lados y no hay que hacerle ningún tratamiento al fardo si se toma la precaución
de cubrirlo bien. Es un sistema muy versátil, rápido y económico, pero de todas
las características la termicidad es la más significativa”.
Breve
historia
De acuerdo a un historiador e
investigador de Nebraska los orígenes de las construcciones de paja se remontan
a 1886 y 1887, que fue cuando se construyó el primer módulo en Estados Unidos.
Se usó como un salón de escuela. El uso de esta técnica se esparció entre 1915
y 1930; se abandonó a finales de los años ‘40 y se retomó en la década del ‘70.
Actualmente, existen
construcciones de fardo de paja en Estados Unidos, Canadá, Francia, Inglaterra,
Rusia, México y desde 1999 en nuestro país.