Vale destacar que el establecimiento se encontraba ubicado dentro de la zona de exclusión para desarrollar tal actividad, por lo que carecía de la respectiva habilitación municipal. Además, existían quejas de vecinos debido a la emisión de olores y la proliferación de moscas en determinadas épocas del año.
En esta etapa final más de 8.000 gallinas fueron retiradas, las que fueron reubicadas en diferentes establecimientos de la zona. La medida obedeció a la necesidad de dar estricto cumplimiento a las normas municipales y ambientales que regulan esos establecimientos.
Luna comentó que en este caso en particular había una serie de situaciones que no permitieron que se realizara una readecuación. Asimismo, resaltó que de común acuerdo con el propietario del establecimiento se decidió la desocupación de las cuatro naves que estaban afectadas a este tipo de producción intensiva.
En el marco del diálogo con el propietario el funcionario municipal resaltó la actitud de donar 180 docenas de huevo que fueron destinadas a instituciones de bien público de la ciudad.
